Lo que ganas en Las Vegas, se queda en Las Vegas

Con la sombra de la càrcel todavía en nuestras cabezas, nos despertamos en Amarillo (Texas), doblaos como una esquina y con 1000 millas por delante para llegar a Las Vegas. El riñonal ya no da mas de sí después de noche tras noche jugando al Tetris con nuestros cuerpos en Magnolia (nuestra furgoneta).
Después de innovar con el desayuno (añadimos lechuga al sandwich), no habíamos recorrido ni 5 millas y ya teníamos de nuevo a los Rangers paràndonos con luces y sirenas. Esta vez conducía el Chino y el warning era doble. Exceso de velocidad e invasión continuada del arcén para hacer fotos de locomotoras atravesando el desierto. El poli en cuestión, era majete esta vez y nos conocía ya al estar fichados en Texas!! Un par de olfateos le sirvieron para comprobar que la versión del largo viaje desde Boston era cierta, así que ...have a nice trip, y dejamos Texas sin multita.

A partir de ahí, nos pusimos a tirar millas y decidimos pegar con esparadrapo en las ventanillas nuestros pasaportes, con el fín de facilitar la insistente  labor policial. Con turnos de 5 horas y sin dar tregua a Magnolia, atravesamos Nuevo México y Arizona en su màximo esplendor, con paisajes dignos de foto pero NO desde el arcen. Con los Farenheit por encima de 90 y el olor de las cachas de nàcar del ùltimo Sheriff en la pituitaria, llegamos con cara de milla  a Las Vegas (Nevada) a las 23h, vista por su resplandor a 100Km de distancia y con dos horas de diferencia horaria con Amarillo en un día que se nos antojaba largo y cansaete.

Enseguida el lujo y la opulencia se nos echaron encima cual guepardo en su gacela con ese Boulevard de 10millas de neón.
Tras visitar 2 o 3 Casinos, y vivir en nuestras carnes la lujuria, la provocación, la exageración y el desenfreno de la ciudad, el método Miguelete no se hizo esperar en el juego y antes de ir a dormir a nuestra lujosa furgona, desplumamos en la ruleta 40$ al NewYork Casino. De esta manera aparcamos nuestra miseria por unos minutos...Minutos que parecieron segundos cuando camino de nuestro hogar, sito en el Parking del casino Luxor, comprobamos que entre tanto lujo y esplendor éramos los ùnicos 3 pringados que ibamos a dormir en una Furgoneta en Las Vegas.
La noche del Velcro estaba al llegar con 30 graditos de los buenos y tras ella amanecimos con un unico objetivo: ganar lo suficiente en un Casino para poder dormir en blando y darnos una duchita.
De nuevo el infalible método Miguelete hizo presencia en la Ruleta y mientras el Chino estaba al borde de un infarto de miocardio sin mirar la bolita y JL se agarraba con fuerza a la silla con los cancañales en rojo vivo, la suerte volvió a tener nuestro color despertando el interés de la Croupier.

Por fín teníamos pàjaros en el bolsillo para que la mujer de nuestra vida con forma de camarera nos sirviera 3 huevos fritos con Bacon en el Hardley Davidson Casino, duchita, piscina y cama de matrimonio.

Limpitos pero sin afeitar,las visitas al resto de casinos fué la tonica general del día. Estuvimos en una Isla del Tesoro, en la Metro Goldwin Mayer, El Cairo, New York, Roma, Paris...hasta que llegamos a Venecia. El IMM "Infalible Método Miguelete", demostró no serlo tanto cuando en la ùltima apuesta los pàjaros se escaparon por donde vinieron dejando claro que en Italia las Pizzas y pa'l resto la guita.

Nos quedaba el consuelo eso sí de haber pagado un hotel como ricos, y dormir en él como pobres.

Gente...gracias por seguirnos y por vuestros comentarios: Próxima parada Gran Cañón, con pocos pájaros en el bolsillo y muchas millas en el riñón.